La Organización Mundial de la Salud ha detectado que los ciberataques contra la entidad se han duplicado desde principios de marzo
El brote de coronavirus no es solo un desafío para la salud mundial o para la economía de todo el globo. También es un auténtico test de estrés para la industria de la ciberseguridad.
Si algunas firmas ya advierten desde hace semanas cómo varios grupos de ciberdelincuentes se están haciendo pasar por funcionarios de la Organización Mundial de la Salud para atacar a sus objetivos, esta vez la agencia Reuters detalla que la diana no era otra que la propia OMS.
Se sospecha que detrás de este intento de penetración hay un colectivo de ciberdelincuentes llamado Dark Hotel, especializados en ciberespionaje desde 2007.